Los tobillos son unas de las articulaciones más importantes de nuestro cuerpo, y juegan un papel fundamental en la biomecánica de carrera. Son la conexión entre nuestros pies y las piernas, permitiendo la movilidad y el apoyo necesario para correr, saltar y casi todas las actividades físicas.
La anatomía de los tobillos
Los tobillos son articulaciones complejas formadas por tres huesos principales: el peroné, la tibia y el astrágalo. Estos huesos están unidos por ligamentos, tendones y músculos, que trabajan juntos para proporcionar estabilidad y movilidad.
Los ligamentos son bandas de tejido conectivo que conectan los huesos entre sí y mantienen la estabilidad de la articulación. Los tendones conectan los músculos a los huesos, permitiendo el movimiento de las articulaciones. Los músculos de la pierna y el pie también son importantes para la función de los tobillos, ya que proporcionan la fuerza necesaria para la carrera y el salto.
La importancia de los tobillos en la carrera
Los tobillos desempeñan un papel fundamental en la biomecánica de la carrera. Los tobillos deben ser capaces de soportar el peso del cuerpo, absorber los impactos y proporcionar la propulsión necesaria para avanzar.
La flexibilidad y la fuerza de los tobillos son clave para mantener una buena técnica de carrera y prevenir lesiones. Si los tobillos son rígidos o débiles, la técnica de carrera se ve afectada y se corre el riesgo de sufrir lesiones como esguinces de tobillo.
Análisis de la función del tobillo en las diferentes fases de carrera:
1- Fase de impacto del pie: durante el aterrizaje, ya sea con el talón (a velocidades moderadas) o con la planta (a velocidades más altas), el tobillo debe guardar una correcta linealidad para evitar que otras zonas corporales situadas por encima (rodillas, caderas, columna vertebral) sufran más de lo debido, generando desequilibrios corporales muy perjudiciales para la salud.
2- Fase de apoyo del pie: una vez superado el impacto, el tobillo juega un papel fundamental para disipar la energía generada con el impacto a través de un gesto natural de rotación del tobillo hacia dentro, que es lo que se denomina pronación; un exceso de pronación (más de 15 grados) o una carencia de pronación –supinación- (menos de 5 grados) es anómalo y provocará lesiones.
3- Fase de impulso del pie: en este momento es cuando en el tobillo se genera la fuerza necesaria para dar impulso y avanzar en la carrera, todo ello producido en mayor medida por los músculos extensores del tobillo, lo que implica que una buena alineación permita un mayor aprovechamiento de la energía propulsiva.
4- Fase de no contacto del pie: una vez que el pie despega del suelo adquiere una trayectoria ascendente en la que el tobillo tiene que mantener la linealidad en una posición neutra y relajada para favorecer la fase aérea de toda la pierna.
Ejercicios para fortalecer los tobillos
Para fortalecer los tobillos y prevenir lesiones, es importante incorporar ejercicios de fortalecimiento en la rutina de entrenamiento. Algunos ejercicios efectivos incluyen:
- Estiramientos de los tobillos
- Ejercicios de equilibrio en una sola pierna
- Ejercicios de resistencia con una banda elástica
- Saltos de tijera
- Elevación de talones
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El calzado adecuado
El calzado adecuado es esencial para la protección de los tobillos durante la carrera. Los zapatos para correr deben proporcionar soporte y amortiguación para los tobillos y pies, reduciendo la presión sobre las articulaciones y previniendo lesiones.
Es importante elegir un calzado que se adapte bien al pie, proporcione una buena amortiguación y soporte, y tenga una suela antideslizante para evitar resbalones y caídas.