Dos nuevos estudios concluyen que los deportistas que sonríen gastan menos oxígeno al correr lo que se traduce en un menor nivel de esfuerzo.
Según los resultados conjuntos alcanzados por las universidades británicas de Ulster y Swansea, los corredores que sonríen durante el esfuerzo gastan menos oxígeno, se mueven de forma más económica y tienen un menor nivel de esfuerzo.
La investigación analizó los registros de 24 runners que debieron completar cuatro sesiones de seis minutos sobre una cinta para correr, con dos minutos de descanso entre cada una de ellas. Durante las pruebas, los participantes realizaron sesiones sonriendo y con el ceño fruncido, conscientemente relajando sus manos y parte superior del cuerpo, así como otras en las que mantenían una concentración normal.
“Encontramos que una sonrisa produce un efecto relajante y eso hace que se produzca una reducción de la tensión del cuerpo que se genera por el esfuerzo”, aseguró Noel Brick, profesor de psicología deportiva y de la actividad física.
El paper, publicado en Psychology of Sport and Exercise, reveló que los corredores que sonrieron consumieron menos oxígeno, corrían de forma más económica y tenían un menor nivel de esfuerzo percibido que los del grupo de control y aquellos que fruncían el ceño.”Economizaban un 2.8%más cuando sonreían que cuando arrugaban el entrecejo”, detalló el investigador.
Una mejora del 2,8 por ciento, para un corredor aficionado se traduce en cerca de cinco minutos en un 42K, pero las mejoras no se ven solo en los amateurs. “El keniata Eliud Kipchoge -medallista de oro olímpico y WR en maratón- ha declarado en varias entrevistas que utiliza la sonrisa como un medio para aguantar el esfuerzo”, explicó el profesor de la Universidad de Ulster. “Seguramente en su caso descubrió ese mecanismo a través de su experiencia”, agregó Brik.